El MSR ante la nueva guerra yankee / sionista

Qué fácil le resulta a este “occidente” vendido al imperio norteamericano y al sionismo olvidar su pasado reciente. Hasta hace poco, los líderes de las naciones que hoy participan en las operaciones militares contra Libia sonreían en fotografías junto a Gadafi tras llegar a millonarios acuerdos económicos de “cooperación”. La jaima del líder libio se establecía junto a las casas presidenciales, los apretones de manos se sucedían constantemente y el petróleo llegaba sin demasiados problemas a todos los puntos de Europa. Eran días en los que el dictador consideraba España su segunda casa, compraba residencias de lujo en Marbella o invertía en hoteles en Estepona, Manilva, Sevilla, Sotogrande o Granada.

El MSR-Asturies apoya la concentración del FrN-Asturias del 19 de marzo

Desde la delegación asturiana del Movimiento Social Republicano vemos con preocupación como cada vez un mayor número de asturianos están siendo víctimas de la pobreza y la exclusión social.

8 de marzo: nada que celebrar

Desde el Movimiento Social Republicano queremos denunciar la hipócrita actitud de los partidos y políticos del sistema, que han convertido el 8 de marzo, día de la mujer trabajadora, en un día de celebración sin apenas connotaciones reivindicativas.

Para nosotros, el 8 de marzo debe ser una jornada de recuerdo, de homenaje y ante todo, de lucha, nunca de “fiesta” o “celebración”. Porque debemos recordar a todos aquellos que han posibilitado que la mujer se incorpore al mercado laboral, debemos recordar los hitos en este sentido y homenajear a esas mujeres que han sabido compatibilizar la creación de una familia con sus competencias profesionales pese a las trabas que la sociedad le ha impuesto. Son modernas heroínas en un mundo en el que la familia se destruye poco a poco. Pero eso no es todo… Cargando un día como el 8 de marzo de efemérides, enlazándolo con ideas feministas, convirtiéndolo en una fiesta y limitándolo a discursos vacíos de nuestros pésimos gobernantes, no conseguiremos que la situación cambie… y ésa es la clave. Queda mucho, muchísimo por hacer.