REFUGIADOS: ASÍ PENSAMOS: «ELLOS PROVOCAN LAS GUERRAS (USA-OTAN) Y EN EUROPA PAGAMOS EL PATO».

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LA CARIDAD NOS MATARÁ
(Por Jordi Albert de la Fuente, Portavoz Nacional del Movimiento Social Republicano – MSR).

Asistimos con el corazón en un puño a la foto del bebé muerto en la playa, al triste espectáculo de los ferri llenos de gente apelotonada ahogándose en sí misma, de las pateras «Made in China» hinchables con bebés a bordo, de seres cruzando alambradas cortantes y de sus caras de desesperación.

Bienvenidos al espectáculo del morbo, del «capta esa imagen que es la que vende» y del masoquismo al que estamos ya más que acostumbrados –e inmunizados, lamentablemente- en Europa: la llegada de miles de refugiados desde Oriente Medio.

Vamos a ver: al que tenga un mínimo de «humanidad» o como le llamen se le pondrán los ojos como platos y la primera impresión será la del «esto es tremendo». Pero la divergencia empieza aquí, cuando unos dicen «venga to’s pa’dentro» y otros levantamos la ceja y decimos «ni yo he querido esto, ni yo he provocado esto, y no pienso pagar este fregao».

Para indagar en esta divergencia es necesario saber el origen de este «fenómeno migratorio». No estamos hablando de inmigrantes como los que estamos acostumbrados a recibir con pasividad pasmosa en España o en el resto de Europa, vengan en avión, en patera o en autobús; vengan a trabajar honradamente, vengan a enviar remesas a sus respectivos países de origen y no invertir en este país, vengan a parasitar la economía o, directamente, a vivir del momio a costa de los que trabajan y de nosotros. Hay de todo, en la villa del Señor. No hablamos de inmigrantes, repito, al uso, porque estamos ante masas de civiles que han salido de sus países por la situación bélica insostenible que se vive en ellos, no por aventura. Ni siquiera hablamos de hambre: hablamos de la dicotomía más básica, del morir o sobrevivir. Porque en sus países de origen tienen a unos auténticos tarados, desde el Estado Islámico hasta las múltiples ramas y sectas del yihadismo islamista, que les han demostrado que si no casan con sus estrictas normas de convivencia y el régimen social teocrático a imponer, no les temblarán la mano con la espada, ni el dedo con el gatillo, para acabar con la vida de toda su familia.

La segunda reflexión al respecto es el origen de esta situación. Los países desde donde se desplazan las masas de refugiados son, principalmente, Siria, Iraq y Afganistán, seguidos de otros que se cuelan –estos sí, inmigrantes- desde Paquistán o la India. Esos tres países comparten una situación caótica y bélica gracias a dos actores internacionales que han tomado Oriente Medio como su patio de pruebas y han deseado configurarlo al gusto para preservar su influencia en la zona. Estos dos actores son EEUU e Israel. EEUU por geopolítica clásica –cercar a Rusia, dominar las fuentes de recursos y las vías comerciales del petróleo-, Israel porque Dios les dijo algo un día y que ellos mandan en la zona –la ideología sionista, teocracia bien racista consentida y aplaudida por Occidente, es así, simplemente, así que no solo los islamistas oyen voces: la diferencia que estos van con harapos cortando cabezas a grito pelado y los sionistas pueden verse en Wall Street de traje y corbata pagando campañas presidenciales a sus socios…

Por lo que, tercera reflexión, si esta gente está huyendo de sus países para que no les corten la cabeza unos animales que dicen defender la palabra de su dios es porque unos señores en la zona y en otros países del llamado Occidente les dio la gana de derribar los regímenes, a veces más democráticos y prósperos socialmente que los propios occidentales, de los países árabes y de la zona para que sus negocios marcharan bien y para que el área de influencia de sus tentáculos de poder se ampliaran. Así se gestaron tantas «Primaveras Árabes» que hoy han devenido en países divididos, áreas dominadas por islamistas y guerras civiles constantes. Libia fue el ejemplo más claro; Egipto sigue luchando por su equilibrio; Iraq ha sido semi-abandonado a su suerte; y Siria, que resiste gracias a la fortaleza de su gobierno y a la ayuda de aliados internacionales, es el frente de batalla en el que el Bien y el Mal se enfrentan cara a cara. El Bien y el Mal para Europa: o dominio del Estado Islámico financiado por Occidente –como ya han admitido EEUU, Europa e Israel, aunque parezca paradójico que ahora se alarmen ante su avance- y su consecuente caos, o la resistencia de quienes no quieren la imposición de la teocracia en su tierra, sean árabes o de origen europeo, musulmanes o cristianos y todas sus ramas, sean pobres o ricos.

Así las cosas, vuelvo al inicio a la levantada de ceja de los escépticos: ¿por qué tenemos que pagar el pato nosotros, los trabajadores europeos? ¿Por qué se nos está forzando a una oleada migratoria que no hemos pedido –como las anteriores-, y que nos deja a la intemperie de explotación, de situaciones irregulares, de falta de encaje entre su población y la nuestra? ¿Nosotros hemos votado esto, hemos votado que financien islamistas, que monten guerras en sus países y que vengan ahora a nuestra casa desesperados…? A la última pregunta, seguramente sí que tengamos la culpa. Votando a lo de siempre se obtiene lo de siempre.

Lo que debe hacer Europa es cambiar de rumbo. Simplifico mucho: aliarse con Rusia, hacer bloque común, atacar a los enemigos de nuestra integridad territorial y geopolítica. Hay que acabar con el islamismo en el momento en que nos declara la guerra. Y con sus aliados, los que los han financiado alegremente, dejar claro que no deben tocar nuestro «patio trasero».

Lo que no podemos hacer es mantener un discurso anti-belicista, un discurso progre y naif, pusilánime y buenista, que se queja de las atrocidades de Occidente pero no apunta al problema real, y cuya única solución es ofrecer «ciudades de acogida» a los refugiados, como lo han hecho ya los ayuntamientos happy-flower de Barcelona, Madrid, Pamplona, Valencia, Zaragoza, Málaga, Cádiz, A Coruña… Diez millones de euros de los contribuyentes madrileños a pisos, trámites y asistencia a refugiados; supuestas familias en Barcelona que abren sus casas para ellos… Si la solidaridad voluntaria es maravillosa, pero ya puestos, que mi flamante alcaldesa Ada Colau los acoja en su casa para dar ejemplo. Porque yo no he pedido que vengan, y si bien los acogería sin problema y por absoluta complicidad con su causa en sus países contra el terror, pero sería porque mi gobierno en España sería lo suficientemente responsable como para ofrecer soluciones internacionales y que pudieran volver estos refugiados a sus países de origen pronto, países que Occidente ha colaborado en destruir por los intereses de los de siempre, no que se quedaran vagando en mi país en situación irregular, como ocurrirá si dejamos que entren en España, para volver a empezar con la rueda de la inmigración ilegal que nos ha dado, nos da y nos seguirá dando tantos problemas, conflicto social y, a la larga, división total.

Ser buenos nos cuesta tan caro que los malos, una vez los hemos votado, bien financian guerras y se aprovechan de los desesperados, y bien que luego «se lamentan» un poco, como hizo Hillary Clinton diciendo que «a lo mejor nos hemos equivocado ayudando al Estado Islámico». Ser buenos nos cuesta tan caro que, votando a los simpáticos neo-políticos, quieren abrir nuestra frontera y nuestra cartera para acoger a quien no podemos acoger, porque no hay para más. Que donde comen dos, comen tres, pero no cincuenta, y menos si lo pagamos los de abajo, y no los de arriba, hablando el lenguaje de estos simpáticos neo-políticos.

La solidaridad tiene que ser con cabeza y responsabilidad. Aquí la cabeza se nos va y la responsabilidad, en el momento que consentimos y reímos las gracias, no existe. Por lo que sólo queda la caridad. Y la caridad, así… la caridad nos matará.

(Jordi de la Fuente. Portavoz Nacional del Movimiento Social Republicano, MSR).

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¡¡EL MSR CON LOS BRIGADISTAS FORESTALES!!

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Tras un mes de protestas, demandas, huelgas de hambre, piquetes, ni los distintos gobiernos ni TRAGSA (grupo empresarial público que se encarga de la contratación de los brigadistas anti-incendios) no han hecho nada por intentar llegar a un acuerdo con los trabajadores de las brigadas. De hecho, parece que no les importa lo más mínimo la convocatoria de una “marcha negra” este Sábado 5 de Septiembre, así como tampoco las vidas de estos trabajadores.
Y es que a TRAGSA y los politicuchos españoles, 900 euros les parece un sueldo digno por jugarse la vida contra las llamas. A esos parásitos apoltronados que sí cobran una indecencia por no hacer nada salvo robar y saquear un país creen que cobrar 3,70 euros como plus de peligrosidad es demasiado para “mano de obra no-profesional”.
Mientras, en los medios, se nos vende la imagen de unos brigadistas: vagos, aprovechados, holgazanes, y hasta ¡pirómanos! cuando precisamente, lo que se demanda desde el sector es: un salario acorde con la responsabilidad y el riesgo laborales, mayor cantidad y mejor calidad de medios, una formación profesional, unas pruebas de acceso, etc. En definitiva, los requisitos básicos para un trabajo digno y unos servicios contra incendios públicos de calidad.
¿Por qué habría de interesar al gobierno central, autonómico o a la propia TRAGSA el tener unos servicios tan pobres contra algo tan devastador como el fuego?
Una de las respuestas se encuentra en la reciente “Ley de Montes” aprobada por el PP y según la cual, cualquier terreno calcinado podrá ser recalificado y vendido sin esperar ningún plazo ni tramitaciones para que esos suelos puedan ser vendidos o urbanizables. Hasta esta ley, el plazo era de 30 años. Y claro, eso no era del gusto de los amigos de los sobres y el ladrillo.
Así es como se explica que siga habiendo vehículos con más de veinte años a sus espaldas, que a los brigadistas no se les de más que una muy básica formación, que pese al aumento de incendios (casi en su totalidad intencionados) se hayan reducido las plantillas y una misma brigada tenga que hacer frente a varios focos a la vez en zonas distintas.
El problema es el de siempre, la gente de traje y su avaricia sin escrúpulos. Tanto tiene si mueren uno o dos brigadistas, si familias y comarcas enteras pierden su medio de vida, sus hogares e incluso la vida. Como si quedan arrasados para siempre los bosques y tierras de nuestros padres. Les da absolutamente igual si consiguen llenar sus ya abultadas cuentas corrientes, devolver el favor a la empresa de servicios de emergencia de su familiar, amigo o del que le sufragó la campaña electoral. Hasta puede que esos “inútiles y aburridos bosques” den paso a un bonito club de campo en el que pasar los fines de semana.
Cuanto antes nos hagamos a la idea, antes podremos pararles los pies. Y lo que es más importante, antes evitaremos la sangría de vidas tierra arrasada por la avaricia.

Por eso, desde el MSR exigimos:

  • La derogación inmediata de la nueva Ley de Montes.

  • La profesionalización y modernización de los GRUMIR y las BRIF

  • La dignificación de estos y los demás trabajos en función riesgos y responsabilidades reales.

  • La dimisión y enjuiciamiento de los responsables tanto del deterioro de estos servicios como de la aprobación de una ley que no ha hecho sino arrasar nuestra querida tierra.

Además, hacemos un llamamiento a los ciudadanos como parte afectada en este conflicto. Y es que la de los brigadistas es también una lucha de todos. Por el reconocimiento del esfuerzo y la responsabilidad en el trabajo pero, ante todo, una lucha por la integridad de nuestros compatriotas y de la tierra en la que vivimos.
Vuestra indiferencia estará manchada con la sangre de brigadistas y voluntarios y con las cenizas de nuestra tierra calcinada.

MOVIMIENTO SOCIAL REPUBLICANO

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¡¡NO MÁS GUERRAS ENTRE EUROPEOS!!

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NO MÁS GUERRAS ENTRE EUROPEOS.
Después de más de un año de guerra en el sureste de Ucrania, causando miles de muertos y heridos así como millones de refugiados, el MSR ve en este conflicto, otra manifestación de los intereses anti-europeos que buscan acabar con más pueblos europeos como lo hicieron en los Balcanes occidentales durante la década de 1990. El MSR no aceptará esa propaganda que busca enemistar a los pueblos europeos, jamás se puede aceptar la palabra de aquellos que buscan la destrucción de todos.
En los meses de primavera y verano de 2015, no hizo más que probarse una vez más lo que pretende ese nuevo y golpista gobierno de Kiev, que es provocar la huida de todos los habitantes de las regiones de Donetsk y Lugansk mediante el miedo por el bombardeo constante. Esto es terrorismo occidental, como EEUU hizo en los Balcanes contra la población serbia. Ahora tienen otras manos que cometen los mismos crímenes contra la población rusa del sureste ucraniano.
De nuevo EEUU y sus aliados en Europa vuelven a tramar sangrientos planes contra todos los europeos, porque el conflicto en Ucrania es cosa de todos los Europeos por muy lejos que crean estar del conflicto. Ayer fueron los Balcanes, hoy Ucrania y mañana pueden llevar la guerra a cualquier otro lugar. Pero no sólo es guerra, también es propaganda, dirigida a crear un odio irracional entre europeos. Curioso parece que las potencias mundiales que tanto hablan de perseguir el odio, no duden en fomentarlo para sus intereses. He ahí otra hipocresía de EEUU y sus aliados.
Ahora bien, la situación que lleva desarrollándose desde verano en la zona del frente es que el gobierno occidentalista de Kiev da por amortizados a sus “tontos útiles” y ha buscado eliminarlos de todas las maneras posibles. Es decir, se aprovecharon del nacionalismo ucraniano y ahora quieren eliminarlo. Alimentaron un “monstruo” con tantas cosas como pudieron y ahora que creció –tal vez demasiado– e incluso puede que su “monstruo” ya no sea una bestia irracional que sólo embiste y nunca piense, sino que puede convertirse en una fuerza que piense y embista, con lo que el trono yanqui de Kiev estaría en grave peligro.
De este modo, y a sabiendas de que la declaración de autonomía para las regiones de Donetsk y Lugansk encendería los ánimos de ese nacionalismo ucraniano, desde el MSR creemos que es otra artimaña para continuar con el conflicto. Es geopolítica, siempre hay que pensar en lo peor, y aquí ese escenario es una guerra sin fin en el Donbass, al estilo de otros conflictos en el espacio post-soviético que EEUU instigó desde 1991 como manera de acabar con cualquier reducto pro-ruso o anti-occidental y acorralar a Rusia. Y por otro lado, el gobierno occidentalista de Kiev pretende acabar con su “enemigo interno” que es el nacionalismo ucraniano del que tanto se han servido para tomar ese gobierno. Ya tienen lo que querían y ahora desechan sus herramientas que por otro lado, serían una barrera contra los valores occidentales de eliminación de la identidad de los pueblos.
Con todo esto, desde el MSR exigimos un proceso de paz real, que conduzca al fin del conflicto bélico, que regresen todos los refugiados de guerra que abandonaron sus casas por el conflicto. Que no se les olvide porque los medios de comunicación sólo hablen de otros refugiados, pues tenemos a millones de europeos que han emigrado al este o al oeste en busca de una tierra que no esté en guerra. Y rechazamos cualquier postura que fomente el odio entre europeos. Como reza un viejo dicho castellano, “nadie es más que nadie”, lo que aquí significa que ningún europeo se crea más que el resto, pues el MSR quiere que Europa sea una tierra fuerte y en paz, que debe empezar por el respeto y entendimiento mutuo entre todos nosotros, los europeos.
¡¡No más guerras entre hermanos!!
¡¡Europa no será un campo de batalla!!

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